
Abelitus web


Esperando el alba
Tras una dura pausa
Quedaron mudas las luces
y el tictac de los relojes
detuvo su lenta marcha.
Volvían los abismos
a juntarse con las cumbres
y doloridas éstas
sellaban sus labios de plata
a los saludos de las aves.
Ancestrales curiosidades
se volvían insalvables al no-tiempo.
Las pupilas se reían
al compás de los sonidos.
Simplemente la pausa se había roto.
Barcelona 1984
abel89@gmail.com 2021 Todos los derechos reservados