
Abelitus web

Esperando el alba
Lucro
Llama al obrero
y dile que te cuente
con objetivo empeño
el su pesar sincero.
Llámale por si fuere
la voz de los que luchan
por la social justicia
del pobre y oprimido.
Llámale y al contarte
con ronca voz su hazaña
verás que es todo un hombre
que vive el sufrimiento.
Te dirá que lamenta
tener que hacer la guerra
por culpa de unos pocos
que adoran la riqueza.
Te contará su vida
de angustias y opresiones,
que su mujer trabaja
hasta que el sol se oculta
fatigada y sedienta
de pan y de justicia;
que no puede ofrecerle
ni hogar, casa y dinero
pues solo el alimento
se lleva su salario;
que grita por sus hijos
que no van al colegio
por no tener un céntimo
que darles de sustento.
Te dirá que vio entonces
comer de las basuras
que los ricos dejaron
a niños harapientos.
Narrará que su padre
no pudo mantenerlo.
Verás que ésta es su lucha
viviendo descontento.
Te dirá que no tiene
vacaciones felices,
que a veces se emborracha
con muchos en la tasca
para olvidar rencores
las penas y los males.
Te contará su vida,
la muerte de su padre
por no tener un médico
y no poseer dinero;
que tuvo un hijo enfermo
que operación pedía
y se murió olvidado
de los doctores todos.
Luchó con la llamada
justicia por doquiera
por defender el sueldo
preciso de lo humano
y estuvo encarcelado
cinco años con un día
sufriendo la condena
que nunca mereciera.
Siguió la lucha entera
en contra de los ricos,
pero salir huyendo
tuvo que hacer primero.
Luchó por su familia,
su casa y su terreno.
Luchó por la justicia,
lo justo y verdadero.
Te dirá que está solo,
con su mujer, sus hijos,
de todos olvidado,
por todos desechado.
Llámalo y al contarte
con ronca voz su hazaña
verás que es todo un hombre
que vive el sufrimiento.
Llámalo que es seguro
que te dirá primero
si quieres tú seguirle
en lucha contra viento.
Vitoria, Otoño 1977
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